sábado, 14 de mayo de 2011

LAS FIESTAS DEL DIABLO (RIO SUCIO -riosucio -)

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Las fiestas del diablo
La figura del diablo ha sido fundamental en la historia de las culturas afroamericanas. Durante le periodo colonial, sus festejos de tambor, danzas y prácticas curativas siempre fueron asociadas al demonio. Como una estrategia simbólica de resistencia, la gente africana se apropio de esa imagen para enmascarar ritos y personajes propios de sus lugares de origen, manteniendo así la fuerza de sus tradiciones. De este modo, la demonización, estigma que les cerró las posibilidades de ascenso social, educación o trabajo fue utilizada de manera estratégica por los esclavizados para preservar diferentes aspectos desus culturas ancestrales. El diablo y sus acciones han sido símbolo de resistencia entre los pueblos afroamericanos. Aparece en máscaras, relatos, carrozas ydisfraces. Desde tiempos coloniales, los misioneros que visitaron la costa pacífica afirmaban que los instrumentos musicales de los esclavizados eran el propio demonio y bailar al son de los mismos fue considerado como un acto satánico. Estas acusaciones fueron lanzadas contra la marimba de chonta y contra la danza del currulao característica de esa región.





Pero la fiesta más legendaria en honor al demonio es el Carnaval del Diablo en Riosucio (Caldas). Según Ángela Pérez, esta ciudad fue fundada en 1819 por la unión de dos reales de minas: Quiebralomo, conformado por mineros africanos, y La Montaña, habitado por indígenas embera. El poblado conservó su antigua división, de tal manera que La Montaña ocupó la parte baja con una plaza propia consagrada a la Virgen de la Candelaria. Quiebralomo tomó la parte alta adoptando a san Sebastián como su santo patrono. En el año de 1846 se decretó la supresión de los distritos originales y se creó Riosucio.





Alimentándose de las tradiciones culturales de españoles, indígenas y africanos nació el carnaval que comienza el día 28 de diciembre – Día de los Inocentes– y termina el 6 de enero, Día de Reyes. Esos días transcurren entre desfiles callejeros, pólvora, poesía, danza y alcohol hasta el cansancio. El día más importante es el 4 de enero cuando la gran estatua del diablo se sienta en su trono rodante y comienza el desfile triunfal por las calles del poblado. Lo sigue un cortejo de personajes disfrazados, la chirimía, las cuadrillas de oradores que relatan la tradición de su gente y denuncian los problemas sociales; por supuesto acompañados de los polvoreros de Supía. Del otro lado del pueblo, los matachines sobre un tablado, esperan la llegada de su majestad. Cuando el diablo llega, comienza un duelo de palabras donde ambos bandos descargan sus inconformidades. Es una larga ceremonia literaria donde el pueblo ejercita su memoria colectiva. Los días siguientes, son ocupados por las comparsas y los bailes de la chicha.

Entre las prácticas de ascendencia africana que aún están vigentes en ese carnaval, podemos resaltar todas las destrezas alrededor de la oralidad. Las cuadrillas de oradores constituidas por demonios y matachines en oposición constante, relatan la historia de la ciudad, de los personajes míticos de la región. Este aspecto convierte la fiesta en una evocación del pasado y en una manifestación del inconformismo de estos pueblos descendientes de mineros de origen africano. Es posible encontrar ese doble atributo de la oralidad como denuncia y remembranza colectiva entre las sociedades del África que abastecieron los mercados negreros de lo que hoy es Colombia http://www.colombiaaprende.edu.co/html/etnias/1604/article-82892.html



Festival del Diablo en Riosucio, Caldas (Colombia) Cada dos años en enero (en año impar, esta vez en el 2011
) se lleva a cabo en el occidente del Departamento de Caldas una fiesta de larga duración: el Carnaval de Riosucio. En el carnaval, cuyo personaje central es un diablo bueno y justiciero, se expresan tradiciones indígenas, africanas y españolas como en muchas regiones del Litoral Caribe. Se inicia con los decretos de instalación de la ‘República Matachinesca’, que se prolongan desde julio hasta diciembre cuando se realiza el ‘Convite’. Este festival es un reino mágico de conjuros y ceremonias en el cual se permite la libre expresión de las más hondas reflexiones y críticas, con el condicionamiento a rigurosas formas artísticas en el canto, el disfraz y especialmente en la palabra. El Carnaval de Riosucio, a diferencia de otros en Colombia, es el carnaval de la palabra, de esto dan testimonio los hermosos textos que se escriben, se cantan y se danzan en maravillosas expresiones teatrales callejeras. El Carnaval no es una fiesta común, en él se conmemora la reconciliación entre dos pueblos enemigos que terminan celebrando y burlándose de los conflictos mientras son custodiados por el diablo justiciero, que se ubica en el medio de la plaza para vigilar y amenazar a quien con la violencia pretenda destruir el ambiente festivo.







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