lunes, 18 de abril de 2011

¿Qué otra cosa hacer sino resistirse a tanta inhumanidad? ¿Catástrofe o hecatombe (similitudes y diferencias)

CC

Lo humano o lo inhumano, reflexiones acerca de “palabras preliminares de lo humano” de Lyotard
"Lo humano y lo inhumano en el hombre (un ensayo en torno a la dialéctica posmoderna y su significado para el tener y ser en el seno de multisistemas abiertos cambiantes)"
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n22/22_mquerol.html

http://www.taringa.net/posts/noticias/4094304/calentamiento-global.html

http://www.webislam.com/?idt=9178

http://impostoria.blogspot.com/2007/04/lo-inhumano-es-lo-ms-humano-richard.html
http://jomer.files.wordpress.com/2008/03/20060329124609-77.jpg
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSr80dm8XzspECvnyhYCB0X317lXOupl9x88wjsc7qU_zw854ao5VWLVcZaBzCEq5af-T2wwMJ_7MJb1jLLGfJZb2c8Pbp4VyHeX16GbBjg_QdPN4Vl4RL3nX83l0KVw7Lt9vhc86F49aF/s400/Dolor+inhumano.jpg
http://almasam.blogspot.com/2007_03_01_archive.html

http://blog.espol.edu.ec/pablofreirerodriguez/files/2009/11/calentamiento-global1.jpg

http://correvedile.com/torrehercules/imagenes/tortura.jpg






http://www.taringa.net/posts/info/4708808/Increible-Post-sobre-el-holocausto-Judio.html

http://www.only-apartments.com/images/only-apartments/human-zoos.jpg

http://alertaroja.net/media/blogs/alertaroja/capitalismo-inhumano-de-michael-moore.jpg

http://portalsanmartin.com/wp-content/uploads/2010/01/Deforestaci%C3%B3n2.jpg
Ejemplos: I. Si España no ejecuta una "política creíble de ajuste fiscal" y entra en default, podría acelerar la caída del euro, resultando en una "ola de proteccionismo" en los principales países socios, medidas temidas por los economistas neoliberales.

La nota sostiene además que estudios privados señalan que la relación deuda privada más la pública con la economía en general, es mayor que la del resto de los países, menos Gran Bretaña y Japón.

Los nostradamus del neolibealismo profetizan que un programa de salvamento para España podría situar al país en la segunda ola de la crisis financiera mundial, la cual podría quebrar el euro.
¿España afronta crisis catastrófica?

II. Hace algunos meses el presidente Uribe declaró que sólo se quedaría otros cuatro años en el poder si ocurría una hecatombe. Y bien, la hecatombe se está fraguando en la frontera con Venezuela http://www.elespectador.com/columna170927-hecatombe

Pues bien ahora el presidente Uribe destapó (fraguó?) otra hecatombe que se a-una-a- la- su-ya-prop-ia por la nostalgia del poder a pesar de que su partido controla el legislativo.

III. América latina frente a una catástrofe política?



DESASTRE (del griego dusaster 'mala estrella') es un hecho natural o provocado por el hombre que afecta negativamente a la vida, al sustento o a la industria, desembocando con frecuencia en cambios permanentes en las sociedades humanas, ecosistemas y medio ambiente. Los desastres ponen de manifiesto la vulnerabilidad del equilibrio necesario para sobrevivir y prosperar. http://es.wikipedia.org/wiki/Desastre


CATÁSTROFE se refiere a un suceso fatídico que altera el orden regular de las cosas. La catástrofe puede ser natural, como un tsunami, una sequía o una inundación (podría ser provocada por el ser humano?)

Los conceptos “catástrofe” (en inglés habitualmente hazard) y “desastre”, aunque suelen confundirse en el lenguaje coloquial, tienen significados diferentes. La catástrofe es un acontecimiento que, en un contexto preexistente de vulnerabilidad, puede actuar como desencadenante de un desastre, esto es, de un proceso de fuerte crisis y desestructuración socioeconómica con graves consecuencias en diversos planos (hambruna, miseria, epidemias, éxodo, etc.). La gravedad y el tipo de impacto que ocasiona el desastre depende, por supuesto, de la intensidad y características de la catástrofe que lo haya originado, pero tanto o más del grado de vulnerabilidad al que estuviera sometida la población afectada.

Las catástrofes admiten básicamente dos clasificaciones. En primer lugar, pueden ser naturales, como los huracanes y erupciones volcánicas; o humanas, como los conflictos armados, los accidentes nucleares o la mayoría de los incendios. Es preciso señalar, sin embargo, que desde los años 70 se ha extendido la conciencia de que muchas de las denominadas calamidades naturales no lo son tanto, sino que constituyen fenómenos vinculados al sistema social y favorecidas por la acción humana. Sería el caso de las inundaciones derivadas de la excesiva urbanización de las cuencas fluviales, o las sequías propiciadas por la deforestación y el calentamiento global. A su vez, algunas de las catástrofes humanas (como un escape radioactivo) puede ser alterado por factores naturales tales como la dirección y velocidad del viento. En definitiva, la frontera entre lo natural y lo humano en las catástrofes es difusa, y todas tienen parte de ambos componentes.

En segundo lugar, las catástrofes pueden ser de gestación lenta, como las sequías, o de irrupción repentina, como los terremotos o las inundaciones. Este aspecto es muy importante, ya que condiciona el tipo de ayuda humanitaria que se necesita proporcionar. Las sequías, por ejemplo, pueden tardar un largo período de tiempo, probablemente dos o más años, en desencadenar el desastre, lo cual permite la anticipación de éste mediante los sistemas de alerta temprana, así como la implementación de intervenciones bien planificadas, que cuenten con la participación de la población local a través de enfoques como el diagnóstico rural participativo, y que persigan la vinculación emergencia-desarrollo. Sin embargo, en el caso de las catástrofes súbitas, la premura de tiempo dificulta seriamente todos esos aspectos, y hace prioritario, al menos en un primer momento, el despliegue de medios logísticos que garanticen una ayuda rápida para la subsistencia de las víctimas (ver acción humanitaria: concepto y evolución).

Como vemos, los diferentes tipos de catástrofes presentan diferencias, no sólo en cuanto a su dinámica cronológica, sino también en cuanto al tipo de daños que generan. Por ejemplo, la sequía afecta a la producción de alimentos, pero no destruye las infraestructuras viarias, exactamente lo contrario que hace un terremoto (ver desastres). Por consiguiente, cada situación requiere respuestas diferenciadas.

El impacto de las catástrofes naturales ha aumentado durante los años 80 y 90, después de una cierta disminución en los 70. Esto se debe no tanto al incremento del número de eventos catastróficos, que no parece haberse alterado, sino más bien al aumento de la vulnerabilidad en determinadas zonas y por determinados grupos sociales. Así, por ejemplo, en muchas regiones semiáridas de los países en desarrollo, el sobrepastoreo y la conversión de paisajes naturales en tierras de cultivo ha reducido la cobertura vegetal, facilitando la erosión y mermando la absorción del agua de lluvia, todo lo cual ha incrementado el riesgo de sequía cuando las lluvias escasean y de inundaciones cuando abundan
Bibliografía

  • Beier, C. y T. E. Downing (1998), Geografía y Ayuda Humanitaria, Serie Ayuda Humanitaria, Textos básicos, vol. 3, Universidad de Deusto.
  • Blaikie, P. , T. Cannon, I. Davis y B. Wisner (1994), At Risk. Natural Hazards, People's Vulnerability and Disasters, Routledge, Londres.
  • Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (1998), Informe Mundial sobre Desastres. 1998, San José (Costa Rica).
  • Pérez de Armiño, K. (1999), Vulnerabilidad y desastres. Causas estructurales y procesos de la crisis de África, Cuadernos de Trabajo de HEGOA, nº 24, Universidad del País Vasco, Bilbao.
http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/30

HECATOMBE, en la antigüedad, consistía en el sacrificio de cien reses para calmar la furia de los dioses. De ahí el término pasó a significar una gran carnicería de humanos, una desgracia, una catástrofe.

Debacle, palabra llana [debákle], significa en español ‘desastre’, ‘catástrofe’, ‘suceso infeliz’, ‘suceso lamentable, ‘cosa mal organizada’, ‘final desastroso’, ‘cosa de mala calidad’, ‘algo con mal aspecto’. La palabra la ha tomado el español del francés.
La voz alemana Debakel, con el mismo significado que en español, la tomó el alemán también del francés a principios del siglo XIX.
El sustantivo francés débâcle aparece en el siglo XVII y tiene dos acepciones: a) ‘deshielo’, ‘descongelación’; b) [fig] ‘ruina’, ‘hundimiento’, ‘derrota’, ‘desconcierto’, ‘desintegración’. Débâcle fiancière = ‘derrumbamiento, caída de la bolsa’. Es un sustantivo derivado del verbo débâcler (intransitivo) ‘deshelarse (un río)’. Débâcler un port = ‘retirar de un puerto los barcos vacíos para que puedan entrar los barcos con carga’. Débâclage = ‘retirada de los barcos sin carga en un puerto’.
El verbo débâcler es un compuesto del prefijo de- y bâcler. Bâcler significa ‘obstruir’, ‘bloquear’, ‘atrancar’ y tiene el mismo significado que el verbo provenzal baclar, documentado desde el siglo XVI. Ya en el siglo XV aparece desbacler con el significado de ‘quitar los impedimentos que estorban e impiden el curso de algo’, y en una primera acepción ‘levar anclas’ (desbacler les bateaux). Débâcler une porte, une fenêtre = ‘desatrancar o forzar una puerta o una ventana que estaban atrancadas (aseguradas por dentro con una tranca’. Como intransitivo, débâcler se dice de un río cuando la superficie del agua congelada empieza a de pronto a deshelarse y a resquebrajarse y el agua vuelve a fluir llevando consigo los trozos de hielo: La Seine a débâclé cette nuit.
En cuanto a la etimología del verbo base bâcler, para algunos autores el verbo bâcler estaría tomado del neerlandés bakkelen ‘helarse la superficie del agua’. O del bajo alemán, del frisón oriental bakken ‘trabar’, ‘unir’, ‘estar unidos’, y de bakkelen ‘congelarse en la superficie’, ‘helarse’ (Gallmischeg, Ernst: Etymologisches Wörterbuch der französischen Sprache, Heidelberg, 1928).

La opinión más extendida es que el verbo bâcler, que significa ‘atrancar con un trozo de madera’, viene del verbo provenzal baclar con el mismo significado, derivado del sustantivo latino baculum ‘palo, bastón, báculo, varita’, ‘pestillo, cerrojo’. De la misma etimología proceden los sustantivos bacilo y bacteria.
El verbo débâcler significa en todo caso ‘abrir camino’, ‘desembarazar’, ‘quitar los impedimentos que estorban e impiden el curso de algo’, ‘descerrajar’, ya sea como antónimo de bâcler ‘atrancar’ o de bâcler ‘helarse’, ‘congelarse’.
¿Cómo es que el sustantivo debacle tomó el significado de ‘desastre’, ‘catástrofe’, ‘suceso infeliz’, ‘suceso lamentable, ‘cosa mal organizada’, ‘final desastroso’, ‘cosa de mala calidad’, ‘algo con mal aspecto’?

En francés aparece primero el verbo bâcler con el significado de ‘atrancar’, ‘cerrar con una tranca’, ‘echar el cerrojo o pestillo’, ‘echar la tranca’ (palo grueso que se pone para mayor seguridad, a manera de puntal o atravesado detrás de una puerta o ventana cerrada) y más tarde el verbo débâcler ‘deatrancar’, ‘descorrer el cerrojo’, sobre todo en el caso de los ríos helados en la primavera. El verbo bâcler contiene etimológicamente el sustantivo latino baculum (palo, bastón, tranca, cerrojo, pestillo’), del que se deriva también bacteria, bacilo, (francés) baguette. En primavera, se comienzan a deshelar los ríos y a romperse el hielo. Para evitar que se salgan de madre, se intenta quitar todos los impedimentos para que el agua fluya, pero el agua comienza a fluir de forma incontenible llevándose todo por delante, rompiendo diques y provocando grandes inundaciones. Los ríos se salen de madre y ya no es posible volver el agua a su cauce natural.
El sustantivo debacle denota así una situación menos dramática que la provocada por un catástrofe, ya que no hay víctimas humanas. El desastre es el resultado de una situación de la que se pierde el control, de un proyecto que se viene abajo, de una batalla perdida, de una pérdida del control y del poder sobre algo. Así lo que podría ser algo positivo como quitar todos los troncos y restos que ponen diques a la corriente, se convierte en caos y destrucción. La palabra debacle adquiere así la connotación de colapso, fiasco y fracaso. Es el resultado negativo de una acción o proceso iniciado para alcanzar un objetivo positivo.
La palabra francesa débâcle se dio a conocer internacionalmente con la novela de Émile Zola La débâcle (1870-71) sobre la fuerra franco-alemana.

Los diccionarios académicos no registran la voz debacle hasta 1983:
RAE: Diccionario manual e ilustrado de la lengua española. Tercera edición revisada, 1983:
debacle (voz francesa). Econ. Ruina, hecatombe.

RAE: Diccionario manual e ilustrado de la lengua española. Cuarta edición revisada, 1989:

debacle (voz francesa). Econ. Ruina, hecatombe. Usado también en sentido figurado.

RAE: Diccionario de la lengua española. Vigésima primera edición, 1992:
debacle, del francés débacle, desastre. Usado también en sentido figurado.

Voces afines

calamidad / desventura

desgracia o infortunio que alcanza a muchas personas

Etimología: Del latín calamĭtas, -ātis.

desastre

suceso infausto que altera el orden regular de las cosas

Etimología: Desastre es palabra tomada del provenzal desastre, derivada de la palabra italiana disastro, compuesta del prefijo negativo dis- y el sustantivo griego ástron (ἄστρον), latín astrum y significa literalmente ‘haber nacido bajo mala estrella’

catástrofe


desastre a causa de un hecho violento

Etimología: Catástrofe es la última parte de un poema dramático, con el desenlace, de modo especial cuando es doloroso. Del latín catastrophe, y este del griego katastrophé (καταστροφ), del verbo griego katastréphein (καταστρφειν) ‘abatir’, ‘destruir’.

cataclismo


cualquier tipo de trastorno grave producido por el agua o por otro fenómeno natural

Etimología: Del latín cataclysmus, y este del griego kataklysmós (κατακλυσμς) ‘inundación’.

ruina

desastre que acarrea la pérdida de la fortuna

la ruina limita la desgracia a la pérdida de bienes y fortuna, así como a la destrucción y decaimiento moral de una persona o entidad

Etimología: Del lat. ruīna, de ruĕre, caer.

hecatombe



catástrofe o desastre con numerosas víctimas y grandes pérdidas


Etimología: sacrificio de cien bueyes que hacían los griegos a los dioses. De hecatón (ἑκατόν) ‘cien’ y bous (βοῦς) ‘buey, toro’.

calamidad. (Del lat. calamĭtas, -ātis).

1. f. Desgracia o infortunio que alcanza a muchas personas.

2. f. Persona incapaz, inútil o molesta.
cataclismo. (Del lat. cataclysmus, y este del gr. κατακλυσμς, inundación).

1. m. Trastorno grande del globo terráqueo, producido por el agua.

2. m. Cualquier otro tipo de trastorno grave producido por un fenómeno natural.

3. m. Gran trastorno en el orden social o político.

4. m. coloq. Disgusto, contratiempo, suceso que altera la vida cotidiana.

catástrofe.

Del lat. catastrŏphe, y este del gr. καταστροφ, de καταστρφειν, abatir, destruir).

1. f. Suceso que produce gran destrucción o daño.
2. f. Cosa de mala calidad o que resulta mal, produce mala impresión, está mal hecha, etc. Esta pluma es una catástrofe. El estreno fue una catástrofe. El encuadernador ha dejado el libro hecho una catástrofe.
3. f. Última parte del poema dramático, con el desenlace, especialmente cuando es doloroso.
4. f. Desenlace desgraciado de otros poemas.
5. f. Cambio brusco de estado de un sistema dinámico, provocado por una mínima alteración de uno de sus parámetros.
debacle. (Del fr. débâcle).

f. ver: desastre. U. t. en sent. fig.

desastre. (Del prov. desastre).

1. m. Desgracia grande, suceso infeliz y lamentable.

2. m. Cosa de mala calidad, mal resultado, mala organización, mal aspecto, etc. Un desastre de oficina. Apl. a pers., u. t. en sent. fig.
hecatombe. (Del lat. hecatombe, y este del gr. κατμβη).

1. f. Mortandad de personas.
2. f. Desgracia, catástrofe.
3. f. Sacrificio de 100 reses vacunas u otras víctimas, que hacían los antiguos a sus dioses.

4. f. Sacrificio solemne en que es grande el número de víctimas.


ruina. (Del lat. ruīna, de ruĕre, caer).


1. f. Acción de caer o destruirse algo.
2f. Pérdida grande de los bienes de fortuna.


3. f. Destrozo, perdición, decadencia y caimiento de una persona, familia, comunidad o Estado.

4. f. Causa de esta caída, decadencia o perdición, así en lo físico como en lo moral.
5. f. pl. Restos de uno o más edificios arruinados.


[DRAE]
«debacle.
‘Desastre’. Es voz femenina, como en francés, lengua de donde la hemos tomado: «El diario habla de la debacle norteamericana en Saigón» (Collyer Pájaros [Chile 1995]). Es palabra llana [debákle], por lo que son incorrectas tanto la grafía como la pronunciación esdrújulas *débacle, motivadas quizá por la errónea interpretación del acento agudo de la grafía francesa débâcle
[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 207]


«desastre.
Desastre ‘infelicidad’, 1444, ‘catástrofe’, del occitano antiguo desastre ‘desgracia’, derivado de astre ‘(buena o mala) estrella’; desastrado, 1438; desastroso, 1884.»
[Corominas, Joan: Breve diccionario etimológico de la lengua española. Madrid: Gredos, 31987, p. 69]






























No hay comentarios:

Publicar un comentario