sábado, 2 de abril de 2011

¿EXISTE UNA INTERPRETACIÓN QUE EXPLIQUE LA RELIGIOSIDAD?

CC

Nota: además de las tres que describe Patrick Zukeran están las investigaciones sobre el cerebro de las neurociencias.

Autor Patrick Zukeran. Leer todo el artículo en http://www.ministeriosprobe.org/docs/origen-religiones.html ¿Cuál es el origen de la religión del hombre? ¿Por qué cada cultura del mundo adora a algún ser divino? Los antropólogos e historiadores han estudiado esta cuestión y, al día de hoy, hay tres teorías primarias: la teoría subjetiva, la teoría del monoteísmo original y la teoría evolucionista.
La teoría subjetiva enseña que la religión se origina con el hombre. Los humanos tienen una necesidad psicológica de un ser trascendente que brinde significado y esperanza a su existencia en este vasto e impersonal universo. Quienes adhieren a este punto de vista creen que este carácter religioso existe por debajo de nuestra conciencia consciente. Las culturas tienen distintas visiones de la realidad de acuerdo con su experiencia, pero la conciencia y el deseo de la religión es un fenómeno universal. Por lo tanto, concluyen que esta disposición yace en nuestro subconsciente. En otras palabras, nuestras creencias acerca de un ser trascendente no son el resultado de realidades o interacciones externas con dicho ser. Más bien, estas creencias derivan de nuestras psiquis.
Estos sentimientos se expresan más concretamente mediante símbolos y actitudes, y no a través de un conjunto de sistemas de creencia definidos. A medida que progresa una cultura, estos símbolos y actitudes se desarrollan transformándose en un conjunto de creencias y prácticas.
Hubo varios proponentes importantes que promovieron esta teoría. Friedrich Schleiermacher creía que la religión comenzaba con una sensación de dependencia. Esto llevaba a una necesidad de un objeto del cual depender, que resultaba en la idea de Dios. Ludwig Feuerbach enseñaba que el concepto de Dios es, en realidad, la imagen de una persona idealizada. Sigmund Freíd creía que Dios derivaba de la necesidad humana básica de una imagen paterna.
Monoteísmo original
El tercer modelo para el origen de la religión es el monoteísmo original. Esta teoría enseña que la religión se origina cuando Dios se revela a sí mismo al hombre. La primera forma que asume la religión es el monoteísmo, y a partir de ahí se desvía. El Dr. Winfried Corduan identifica nueve características de la primera forma de religión del hombre:
Dios es un Dios personal.
Se hace referencia a él con gramática y cualidades masculinas.
Se cree que Dios vive en el cielo.
Tiene gran conocimiento y poder.
Él creó el mundo.
Dios es el autor de las normas del bien y del mal.
Los seres humanos son criaturas de Dios y se espera que vivan de acuerdo con sus normas.
Los seres humanos han quedado alienados de Dios al desobedecer sus normas.
Finalmente, Dios ha provisto un método para superar esta alienación. Originalmente, esto involucraba el sacrificio de animales en un altar de piedra sin labrar.
La teoría darwiniana de la religión
La segunda teoría con relación al origen de la religión es el enfoque evolucionista. Este es el punto de vista más popular que se enseña o se da a entender en el estudio de la religión. Los proponentes de esta teoría creen, como en la teoría subjetiva, que la religión se origina con el hombre. La religión es el resultado de un proceso evolucionista en la cultura humana.
En el período más primitivo de una cultura, la forma más básica de la religión comienza por una sensación innata de que existe una fuerza espiritual. Esta fuerza es impersonal y permea toda la creación. Se la llama mana, que deriva del nombre que le dieron los habitantes de la Melanesia. El mana puede estar concentrado más intensamente en algunas áreas y objetos que en otros. Un árbol magnífico, una roca única o cierto animal pueden contener una mayor concentración de mana.
El objetivo es manipular esta fuerza de forma que uno pueda obtener el resultado deseado. Los objetos como palos o muñecos, llamados fetiches, pueden contener esta fuerza y ser usados o adorados.
La etapa siguiente es el animismo. En esta etapa, la fuerza es visualizada en forma de espíritus personales. El animismo enseña que hay un espíritu o fuerza espiritual detrás de cada suceso, y muchos objetos del mundo físico tienen algún significado espiritual.
Hay dos categorías de espíritus: espíritus de la naturaleza y espíritus ancestrales. Los espíritus de la naturaleza tienen forma humana y habitan en objetos naturales como plantas, rocas o lagos. Los espíritus ancestrales son los espíritus de los ancestros. Ambas categorías de espíritus están limitadas en conocimiento, poder y presencia. Uno debe mantener una relación favorable con los espíritus para no sufrir su ira.
La etapa siguiente es el politeísmo. Las culturas progresan de la creencia en espíritus finitos a la adoración de dioses. Del politeísmo, una cultura evoluciona hacia el henoteísmo, que es la creencia en muchos dioses pero con la adoración dirigida a uno solo de ellos. La etapa final es el monoteísmo, la adoración de un Dios

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